Etiquetado frontal: saber qué comemos cuando comemos
¿Cuántas veces compraste algo pensando que era saludable y resultó ser una golosina más? Hasta hace poco, ir de compras era todo una aventura: el listado de ingredientes que no siempre se encuentra a la vista, la tabla nutricional que no es sencilla de interpretar para quienes no somos expertos en nutrición y el packaging que, por sus colores y leyendas, puede ser un poco engañoso.
Todas las personas tenemos derecho a una alimentación adecuada, es decir, al acceso físico y económico a alimentos que aporten los nutrientes que necesitamos consumir a diario para mantenernos saludables.
Pero ¿sabías que el término “nutrientes” no solo se refiere a sustancias que contribuyen a nuestro desarrollo, sino a aquellas que nos proporcionan energía? Algunos productos contienen, en altas cantidades, los llamados “nutrientes críticos”, que reciben este nombre porque pueden perjudicarnos si los ingerimos en exceso. ¿Cuáles son? Los azúcares, el sodio, las grasas saturadas y las grasas totales.
¿Por qué decimos que son perjudiciales? Porque están asociados a las patologías que más afectan a nuestra sociedad, como la obesidad, hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares, cerebrales y renales y también provocan un desbalance en la microbiota, esos microorganismos que se encuentran en el intestino y son responsables de darnos inmunidad y facilidades biológicas para nuestra gestión emocional.
La finalidad del etiquetado frontal es hacer visible la presencia abundante de nutrientes críticos, prevenir la malnutrición y las enfermedades crónicas no transmisibles, y empezar a empoderar a los consumidores: darles la posibilidad de elegir qué contienen los alimentos que llevan a su mesa. ¿Cuál es la diferencia entre la antigua y la actual manera de rotular? Nos reunimos con Fio Vitelli, Licenciada en Nutrición y comunicadora, para contarte todo sobre la nueva reglamentación en esta nota.
¿En qué consiste el etiquetado frontal?
Se trata del agregado octógonos negros en la cara principal de los envases que nos advierten si un alimento o bebida no alcohólica contiene nutrientes críticos y un valor energético superior a los parámetros definidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
También deben indicarse aquellas sustancias que no se recomiendan en la niñez:
- Edulcorantes.
- Cafeína.
El alcance del etiquetado frontal no solo llega a las góndolas, sino también al ámbito escolar y en términos de marketing: los productos que posean alguno de los octógonos no podrán ingresar en los kioscos de las escuelas ni tener publicidades con licencias infantiles que condicionen al consumo de los más pequeños.
¿Cuáles son los productos exceptuados de llevar los sellos?
- El azúcar común.
- Los aceites vegetales.
- Los frutos secos.
- La sal de mesa.
Tampoco se contempla a los alimentos no procesados o mínimamente procesados como las verduras congeladas, las harinas o las legumbres.
Entonces, ¿debo dejar de elegir productos que muestren alguno de los octógonos?
La clave de una buena nutrición no solo está en la calidad de tus comidas, sino en la cantidad y la frecuencia. Intentá moderar el consumo de ultraprocesados y preferí siempre alimentos reales, en preparaciones caseras sin aditivos ni conservantes.
A partir de este etiquetado, ¿necesito seguir leyendo el listado de ingredientes?
¡Sí! Esto es clave para darte cuenta qué tan procesado es el producto y si tenés alergia o sensibilidad a alguno de sus componentes, como por ejemplo, al gluten o a los lácteos.
Si el azúcar es un nutriente crítico, ¿hay que disminuir el consumo de frutas?
Cuando se trata de nutrición, cada persona es un mundo. Siempre se sugiere realizar una consulta con un especialista para conocer las cantidades particulares de macronutrientes que se necesitan para llevar una vida sana. De todas formas, el azúcar de la fruta no es el que tiene que preocuparnos, sino el que está enmascarado en los productos industrializados.
Mirá la cápsula que armamos junto a Fio Vitelli en Instagram:
Fuente:
- Entrevista con Fio Vitelli, Licenciada en Nutrición.
- Ministerio de Salud de la Nación.