¿Cómo acompañar y fortalecer la cadena afectiva de la lactancia?
Alrededor de la lactancia materna, hay muchos actores y niveles involucrados: los servicios de salud, los centros de trabajo y el resto de la comunidad.
Junto a las pediatras Sabrina D’Angelo y Yanina Igol, te proponemos pensar cómo podemos acompañar a una persona que amamanta en esta tarea tan importante, pero exigente y cansadora, desde distintos escenarios y roles:
Pareja y familia
La persona que amamanta necesita sostén familiar para estar disponible para esa tarea. Al comienzo, los bebés se alimentan numerosas veces por día y esto no es fácil si se materna en soledad.
La corresponsabilidad en la crianza comienza desde el nacimiento. ¿Cómo podés ser parte?
- Cambiale los pañales.
- Prepará el momento del baño.
- Ayudalo a dormir.
- Hacele upa.
- Cociná.
- Encargate de la limpieza y del resto del hogar: hijos, logística familiar o mascotas.
Un vaso de agua mientras se está dando el pecho y una comida lista siempre van a ser bienvenidos.
Abuelos, abuelas y familia ampliada
La forma de apoyar depende mucho de las necesidades de cada díada (mamá-bebé). Siempre es útil preguntar en qué se puede ayudar y respetar las decisiones familiares.
Cuando visites a un bebé recién nacido:
- Consultá en forma previa si es un momento adecuado para pasar.
- Lavate las manos al llegar.
- Evitá ir si tenés un resfrío o enfermedad.
- Tené respeto con el bebé: no lo pases de mano en mano y preguntá siempre antes de agarrarlo.
- No vayas en plan de visita para que te atiendan.
Otras formas de apoyar la lactancia podrían ser llevar comida preparada, sostener al bebé para que la mamá se pueda bañar, sacar a pasear al perro o lo que sea funcional en cada caso.
Es fundamental respetar los tiempos y decisiones de los padres y madres en relación a la lactancia, la alimentación y la crianza, aunque no coincidan con nuestras ideas.
Trabajo
La vuelta a la vida laboral suele ser un momento difícil y un desafío: implica separarse del bebé y, en ocasiones, comenzar a extraer leche para poder mantener la lactancia y/o evitar complicaciones en los pechos.
Como empleador:
- Asegurá la reducción horaria por lactancia y un lugar apropiado para poder sacarse leche.
Como compañeros de trabajo:
- Colaborá cubriendo sus funciones durante la extracción y evitando comentarios o malestares.
Sociedad en general
Suele darse prioridad a las personas embarazadas y con movilidad reducida, pero sería interesante que también brindemos esa atención a una persona con un bebé o niño pequeño, por ejemplo, en las filas de comercios, trámites o aeropuertos.
Algunas formas de asistir a una persona que está amamantando en el ámbito público podrían ser facilitar un asiento, evitar miradas que incomodan, sostener un bolso o ayudar con el cochecito en una escalera.
Otro aspecto clave es evitar comentarios u opiniones no solicitadas, frases hechas que puedan afectar la confianza de esa persona (aunque no estén dichas con esa intención):
- “Tu leche no lo debe llenar”.
- “Seguro tiene hambre, mejor dale una mamadera”.
- “Ya tiene un año, ¿todavía toma el pecho?”.
Intentemos cambiarlas por “lo estás haciendo muy bien” o “estoy para lo que necesites”.
Sostener a una persona que amamanta es aumentar su confianza y empoderarla en su capacidad para hacerlo si ese es su deseo.
Sin dudas, el apoyo a la lactancia depende de numerosos factores más amplios y estructurales como políticas públicas, licencias por maternidad y paternidad más prolongadas o cambios en el sistema de salud.
No alcanza con los cambios individuales pero son parte de una construcción colectiva y el apoyo cotidiano a la lactancia.
¡Esperamos que los puedan poner en práctica!
Fuente:
- Dra. Sabrina D´Angelo. M.N. 120.499
- Dra. Yanina Igol. M.N. 120.099
Pediatras, asesoras en crianza, consejeras en lactancia.