En los primeros días posparto, aparece la lactancia como un mundo completamente nuevo, lleno de aprendizajes, emociones y desafíos. Y como sabemos que amamantar está lleno de beneficios, tanto en aspectos biológicos como psicoafectivos, queremos ayudarte a despejar todas las dudas que puedas llegar a tener en esta etapa.
1. ¿Tengo que realizar algún tipo de preparación para la lactancia durante el embarazo?
La preparación prenatal no tiene que ver con ninguna acción sobre los pechos y los pezones como solía aconsejarse. Las hormonas del embarazo hacen solas su trabajo y preparan nuestro cuerpo para amamantar.
Pero sí podemos entrenarnos en otros aspectos como información y red profesional:
- Tener el conocimiento adecuado nos permitirá manejarnos con más confianza y decidir en libertad. Podés ir aprendiendo sobre el tema en una consulta médica, dentro del curso de preparto o en algún taller grupal de lactancia facilitado por profesionales.
- Rodeate de especialistas que te acompañen con la lactancia y el cuidado de tu bebé. Elegí a tu pediatra en una consulta prenatal para iniciar el vínculo y conocer cómo manejarte en el control posterior al alta.
2. ¿Qué puedo hacer en las primeras horas de vida para favorecer la lactancia?
Lo ideal es comenzar a amamantar en forma precoz. Se aconseja que suceda en la primera hora de vida, conocida como “hora sagrada”, según tus condiciones de salud y las de tu bebé:
- El contacto piel con piel desde el inicio y de manera sostenida, sin ropa y solo con un gorrito y una manta por encima, favorece la lactancia y la estabilidad del bebé, entre muchos otros beneficios.
- Si no contás con la posibilidad de amamantar, es clave extraer el calostro para facilitar el inicio de la lactancia.
- Evitá ofrecerle mamadera y chupete en los primeros días, hasta que la lactancia esté bien establecida. Si tu bebé necesita recibir leche materna extraída o leche de fórmula, se recomienda una jeringa, cucharita o vaso pequeño.
3. ¿Cómo me doy cuenta si se prendió bien al pecho?
El inicio de la lactancia puede presentar dificultades, y la consulta precoz y oportuna es clave para saber que se está prendiendo bien, es decir, que el acople sea adecuado y haya buena transferencia de leche sin dolor ni lesiones en los pezones.
Algunos puntos a tener en cuenta:
- El bebé debe estar alineado (sin rotación de la cabeza en relación al cuerpo) y muy cerca tuyo, bien sostenido y pegadito panza con panza.
- Al comenzar, apuntá el pezón hacia la nariz y estimulalo hasta que abra bien grande la boca. Recién ahí, acercalo a tu pecho.
- La boca debe estar bien abierta para que tome el pezón y la zona de alrededor (areola).
- Los labios deben estar evertidos y el mentón pegado al pecho.
4. ¿Cuál es la mejor posición para amamantar?
No hay una posición que sea mejor que otra. Te mostramos algunas para que, junto a tu bebé, elijan la que les resulte más práctica y cómoda en cada momento:
Cuna o clásica
Cuna invertida
En pelota de rugby
Biological nurturing
Recostada de lado
En todas, es importante que la persona que amamanta esté cómoda, con la espalda bien apoyada y los hombros lo más relajados posible. Podés recurrir a almohadas comunes o de lactancia para descargar peso y que no haya tensión en brazos y espalda.
5. ¿Cómo sé si tiene hambre? ¿Cada cuánto tiempo tengo que amamantar?
La lactancia debe ser a libre demanda, sin horarios fijos. Tampoco hay que controlar la duración de las tomas, sino permitir que sea tu bebé quien deje el pecho cuando sienta saciedad o se duerma.
Un consejo: intentá reconocer cuáles son las señales de hambre de tu bebé antes de llegar al llanto para ofrecerle el pecho con anticipación. Cuando comienzan a moverse, abren la boca y buscan succionar o llevan sus manos a la boca, ya nos están mostrando que quieren comer, sin importar el tiempo entre tomas.
Si está llorando, es conveniente calmarlo primero y darle el pecho después.
6. ¿Cómo saber si mi bebé se está alimentando bien?
En el control pediátrico, se evaluará el progreso del peso y su estado general.
En lo cotidiano, podemos guiarnos por su actitud, la cantidad de pañales que moja con pis, las características y número de deposiciones por día, el vaciado de los pechos luego de las tomas, entre otras cosas.
7. ¿Hasta cuándo se aconseja dar el pecho?
Las recomendaciones de distintas sociedades científicas es alimentar de la siguiente manera:
Lactancia materna exclusiva (sin aportar agua ni otros alimentos) hasta los 6 meses.
Lactancia materna + alimentos como complemento a partir de los 6 meses y hasta los 2 años de vida (o más).
Además de favorecer el vínculo, la leche materna durante el segundo año de vida continúa aportando nutrientes y defensas.
Es fundamental tener en cuenta que son vos y tu bebé los que van a decidir cómo y hasta cuándo continuar la lactancia, según cómo se sientan y el deseo que tengan.
Fuente:
Dra Sabrina D´Angelo. M.N. 120.499 y Dra. Yanina Igol. M.N. 120.099, pediatras, asesoras en crianza, consejeras en lactancia.