5 mitos y verdades sobre la RCP
Trabajamos para instruir a miles de personas alrededor del país en el paso a paso de la disciplina. Sin embargo, cada vez que llevamos a cabo uno de nuestros talleres, surgen preguntas interesantes que precisan respuestas claras.
Hoy, en el Día Mundial del Corazón, Sebastián Alonso aclara las principales dudas en estos 5 mitos que no te podés perder.
Mito 1: ¿Pueden practicarlo únicamente los profesionales de salud?
Todos pueden practicar RCP. La reanimación cardiopulmonar tiene dos grandes divisiones: la reanimación avanzada, que es la que hacen los profesionales en el ámbito intrahospitalario, y la reanimación básica, que se lleva a cabo en el ámbito extrahospitalario y la puede practicar cualquier persona.
Mito 2: En caso de realizar RCP, ¿la persona que lo practica puede tener algún problema legal?
La Ley de Prevención de Muerte Súbita protege a las personas que realicen reanimación cardiopulmonar en el ámbito extrahospitalario. La ley señala que toda persona que realice reanimación básica y utilice un DEA (Desfibrilador Externo Automático) está excluido de cualquier consecuencia legal.
Mito 3: ¿Puede realizarse en niños?
La reanimación debe practicarse en todas las edades. El 100% de las veces que una persona está en paro cardíaco, es necesario e importante efectuar la práctica. La reanimación duplica o triplica la posibilidad de sobrevida. También protege el cerebro, el corazón, los pulmones y los riñones al facilitar la llegada de oxígeno mientras la ambulancia está en camino.
Mito 4: ¿Puede practicarse en mujeres embarazadas?
También se puede realizar RCP en mujeres gestantes, lo cual implica que no sólo protege a la mujer sino también a su bebé en camino.
Mito 5: ¿Se puede generar más daño del que ya tiene la persona que está en paro?
Cuando una persona está en paro cardíaco, no se puede generar nada más grave de lo que ya tiene. Las guías de reanimación aseguran que una persona que no responde a estímulos y no respira está sufriendo un paro cardíaco. De hecho, señalan que es preferible realizar reanimación a una persona que no lo necesita antes que no hacerlo en caso de que la persona sí lo necesite.
Es importante remarcar que hacer reanimación es sinónimo de sobrevida y no hacerla es sinónimo de muerte.
Contenido validado por el Equipo de Auditoría Médica de OSDE.