7 mitos sobre la donación de sangre
Existen varios mitos en relación a la donación de sangre que influyen negativamente a la hora de promover este acto voluntario y desinteresado. A continuación, te contamos y derribamos algunos de ellos:
Mito #1: “puedo contraer una enfermedad por donar sangre”.
Es 100% seguro. No hay riesgos de contagiarse ningún tipo de enfermedad o alguna infección por la donación de sangre, ya que se utiliza material descartable, de un solo uso.
Mito #2: “debo concurrir en ayunas”.
No es conveniente el ayuno. Se recomienda que el donante beba por lo menos 500 ml de agua o bebidas con sales media hora antes de la extracción y no hay restricciones para la ingesta de alimentos sólidos. Lo mejor es comer algo sano y evitar las grasas y lácteos antes de donar.
Mito #3: “me quedaré débil luego de la extracción”.
La cantidad de sangre que se extrae, habitualmente entre unos 400 ml y 450 ml, es igual para hombres y mujeres y no afecta a tu salud o tu fortaleza. La extracción no duele nada y, luego de realizar la donación, se pueden retomar normalmente las tareas cotidianas, ya que tu cuerpo repone el volumen donado casi de inmediato.
Además, en la consulta médica previa se determina la cantidad de hemoglobina en sangre, que indicará si se tienen los suficientes glóbulos rojos para evitar inconvenientes posteriores.
Mito #4: “donar sangre engorda”.
Este es uno de los mitos más comunes. Donar sangre no engorda, ni adelgaza. No es ni bueno ni malo para la salud, es positivo como acto solidario y también es una forma de hacerse un chequeo de rutina.
Mito #5: “solamente puedo donar una vez al año”.
Es posible donar sangre con una periodicidad mínima de dos meses y se recomienda que no se realice más de cuatro veces al año para los hombres y tres para las mujeres.
Mito #6: “tengo tatuajes o piercings, no puedo donar”.
Aquellas personas que posean tatuajes o perforaciones de piel no estériles en su cuerpo quedarán inhabilitadas como donantes en forma transitoria, por 12 meses. También entran dentro de esta categoría quienes se hayan realizado acupuntura o sufrido algún accidente con exposición a sangre o secreciones y contacto con ellas a través de mucosas o heridas.
Mito #7: “no puedo ser donante porque tuve hepatitis en mi infancia”.
Si bien la hepatitis es una de las patologías que imposibilita ser donante, quienes la hayan tenido antes de los 10 años de edad podrán donar sangre voluntariamente. Para otros tipos de hepatitis es necesario consultado con un profesional médico antes de la extracción.
Luego de derribar estas creencias, te invitamos a conocer cuáles son los requisitos para ser donante voluntario de sangre. Recordá que, en todos los casos, se recomienda una consulta previa con un médico de confianza que determine que el estado de salud sea apto para ser donante voluntario.
Fuente:
- Ministerio de Salud de la Nación.