¿Usás mucho el celular? Dale un descanso a tus manos y evitá lesiones
¡Que tire la primera piedra quien no haya pasado horas scroleando la pantalla del celu!
En esta era en la que el teléfono se volvió una extensión de nuestro brazo, no tenemos que perder de vista que pasar mucho tiempo deslizando pantallas y tipeando mensajes puede traer consecuencias en la salud de nuestras manos. En esta nota, te contamos los síntomas a los que debés prestar atención y algunos consejos para prevenirlos.
¿Por qué el uso excesivo del celular puede causar tendinitis?
La respuesta radica en la repetición constante de movimientos: el deslizamiento de la pantalla táctil o el uso del teclado virtual. Estos implican una tensión constante en los tendones y músculos de las manos y los dedos, lo que puede llevar a la inflamación y la irritación. Además, muchas veces adoptamos posturas incómodas al sostener el celular, lo que agrava la tensión en las articulaciones.
Un promedio de 5 horas diarias o más al teléfono, ya tiene repercusión sobre la salud de nuestras manos.
Las lesiones más frecuentes: la tendinitis en primer plano
Es la inflamación de los tendones, las estructuras que unen los músculos con los huesos. En el contexto del uso del celular, esta afección puede manifestarse como dolor en las manos, los dedos, las muñecas y los antebrazos. La muñeca y el dedo pulgar son áreas especialmente vulnerables, ya que se utilizan en numerosos movimientos al escribir, deslizar y mantener el teléfono.
Síntomas a los que debemos prestar atención
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Dolor o malestar en las manos, los dedos, las muñecas o incluso en los antebrazos. Puede ser constante o aparecer durante el uso del celular.
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Hormigueo o entumecimiento en los dedos o en la palma de la mano. Esto puede ser un indicio de compresión nerviosa, como el síndrome del túnel carpiano.
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Sensación de debilidad en las manos. Va acompañada de dificultad para agarrar objetos pequeños o realizar tareas cotidianas.
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Inflamación o hinchazón después de un uso prolongado del celular. Esto puede ser una respuesta a la tensión repetitiva en los músculos y tendones.
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Dificultad para mover libremente los dedos o rigidez en las articulaciones.
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Dolor al presionar ciertas áreas de las manos, como los dedos o las muñecas. Podría indicar que hay inflamación o irritación en esas zonas.
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Cambios en la sensibilidad de la piel de las manos, como una sensación de piel más seca, áspera o incluso agrietada.
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Cambios en la postura de las manos. Observá si tomás posturas inusuales o incómodas mientras usás el celular, esto podría indicar que estás forzando los músculos y las articulaciones.
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Dolor que irradia. El dolor que comienza en las manos e irradia hacia los brazos o los hombros.
Consejos para evitar que el celular afecte nuestras manos
Tomá descansos regulares. Programá pausas para relajar tus manos.
Variá tus movimientos. Cambiá la forma en que sostenés el celular y la mano que usás para escribir, esto ayuda a distribuir la tensión de manera más uniforme.
Realizá ejercicios de estiramiento. Ayuda a mantener la flexibilidad y reducir la tensión acumulada en las manos y los dedos.
Ajustá la configuración del celular. Modificá el tamaño del texto y el brillo de la pantalla para evitar forzar la vista y mantener una postura cómoda.
Utilizá dispositivos ergonómicos. Si pasás mucho tiempo en el celular, considerá el uso de soportes o fundas que permitan sostenerlo de manera más cómoda.
Cuándo acudir a un profesional de la salud
Si los síntomas persisten durante varios días o se vuelven más intensos, es recomendable consultar a un profesional. Un especialista podrá realizar un diagnóstico preciso y establecer un plan de tratamiento adecuado. En algunos casos, puede ser necesario realizar estudios de diagnóstico por imágenes, como radiografías o ecografías, para evaluar la gravedad de la afección.
La tendinitis: ¿es curable?, ¿cómo se trata?
La buena noticia es que la tendinitis es tratable y, en muchos casos, se puede mejorar significativamente. El enfoque terapéutico puede incluir reposo de la actividad que causó la lesión, aplicación de hielo para reducir la inflamación, uso de medicamentos antiinflamatorios y terapia física para fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad. En casos más graves, puede ser necesario recurrir a tratamientos más avanzados.
Fuentes:
- Ministerio de Salud.
- Sociedad Argentina de Reumatología.
- Asociación Argentina de Cirugía de la Mano.
- Kynet