TOC: 10 mitos y verdades para entenderlo

¿Cuántas veces asociamos esta enfermedad con una situación curiosa? Con su nombre nos imaginamos una película, una obra de teatro o hasta situaciones de la vida con las que muchas veces nos identificamos . También la sola mención del TOC nos remite a alguna persona conocida con ciertas costumbres algo más mecanizadas que las nuestras. Lo cierto es que esta enfermedad es tan popular que a su alrededor creamos todo tipo de mitos sobre qué lo produce, qué efectos tiene en quien lo padece y su posible cura.

El Trastorno Obsesivo Compulsivo es una afección mental que tiene como característica la creación de pensamientos singulares que son:

• Involuntarios.
• Repetitivos. 
• Irracionales.
  
  

Este tipo de imágenes mentales son conocidas como obsesiones, y son el primer paso de una patología que genera:

• Ansiedad.
• Angustia.
• Miedo.
  
  

Quienes lo padecen, en su intento por neutralizar estas sensaciones indeseadas, realizan acciones compulsivas. El ciclo que se repite entre las obsesiones y las compulsiones consume gran parte de su atención y dificulta la realización de otras actividades sociales fundamentales para el desarrollo normal de su vida.

Es muy importante destacar que los pensamientos involuntarios, repetitivos e irracionales que se crean con el padecimiento de esta enfermedad tienen distintas características. Entre los más comunes encontramos:

• Temores o fobias, generalmente relacionadas al miedo a contaminarse al tocar algún objeto o tener contacto físico involuntario con alguien. También la obsesión por características  físicas que afectan su imagen corporal y actitudes hipocondríacas.
• Ideas, que se manifiestan normalmente por una obsesión por el orden y la limpieza.
• Dudas que llevan a comprobar todo en forma reiterada para evitar problemas o catástrofes: la cerradura de casa, la llave del gas, las ventanas o la luz, por ejemplo.

El TOC es una de las cinco enfermedades psiquiátricas más frecuentes, está considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las 20 más discapacitantes y suele manifestarse por primera vez durante la infancia o la adolescencia. Su evolución es progresiva, pero la velocidad de su avance depende del nivel de estrés o acciones concretas que lo aceleran. Se lo considera un trastorno crónico y, si bien pueden lograrse ciertas mejoras, la desaparición total de síntomas ocurre en pocos casos.

Derribando preconceptos

Las ideas obsesivas de quienes padecen TOC se expresan de distintas maneras y se viven con sentimientos compulsivos con el fin de calmar la ansiedad que generan. Finalmente se transforman en rituales o reacciones exageradas de resistencia a esos propios pensamientos que obsesionan a quienes lo padecen. Pero más allá de esta definición básica sobre la enfermedad, ¿cuántos mitos giran a su alrededor? Para intentar romper con ellos, repasamos los 10 más importantes:

#1| “Me gusta tener todo bajo control. Tengo un TOC”.
Falso. Existen personalidades más obsesivas que otras, pero eso no significa que padezcas  Trastorno Obsesivo Compulsivo.

#2| “No toleran la incertidumbre”
Es una afirmación real. Todo tiene que estar bajo control como única vía de obtener seguridad. Afrontar situaciones inesperadas o ambiguas es una de las barreras más difíciles de superar.

#3| “Son muy perfeccionistas”
Es cierto. No se toleran errores y todo tiene que ser perfecto e ideal, por lo que se revisan las cosas una y otra vez.

#4| “Tiene un TOC porque es de las personas a las que les gusta controlar todo”
Falso. Cuando se sufre esta enfermedad los pensamientos, imágenes, o impulsos que ocurren una y otra vez están fuera de control. Quien lo sufre no quiere tener esas ideas. Son inquietantes, no deseadas y usualmente la persona sabe que no tienen sentido. Genera una sensación incómoda, como miedo, indignación o dudas.

#5| “Sus pensamientos tienen mucha importancia y necesitan controlarlos”
Es correcto. Magnifican su importancia y especialmente su significado, que no es otro que el que le atribuye quien lo transita. La obsesión principal es poder controlar sus propios pensamientos.

#6| “Me obsesiono y hago cosas pensando en la salud de mis afectos, tengo un TOC”.
Falso. No todas las acciones repetitivas o los rituales son compulsiones. Las rutinas antes de dormir, prácticas religiosas o aprender algo nuevo requiere repetir una actividad múltiples veces. También es normal tener pensamientos ocasionales sobre una enfermedad o acerca de la seguridad de nuestros seres amados.

#7| “Suelen esperar que ocurran situaciones trágicas”.
Es verdadero. Con el padecimiento de esta enfermedad se magnifica el temor  a que ocurra una catástrofe o hecho no deseado, por eso la compulsión opera como una respuesta curativa a ese pensamiento trágico.

#8| “Los comportamientos compulsivos de quienes tienen ese trastorno son involuntarios”
Falso. Una compulsión es una acción o pensamiento repetitivo con los que una persona intenta neutralizar, contrarrestar, o quitar las obsesiones involuntarias. Quienes lo padecen se dan cuenta de que es una solución temporal, pero sin una mejor salida a esa profunda incomodidad eligen la acción compulsiva como respuesta.

#9| “Tienen ideas muy rígidas”
Es verídico. Comúnmente sus puntos de vista son inamovibles. No importan los argumentos para modificar un comportamiento o creencia. Es una forma de adquirir seguridad ante el asedio de pensamientos obsesivos que inician el círculo compulsivo.

#10| “Se puede tener una vida normal padeciendo TOC”
Falso. El trastorno Obsesivo Compulsivo requiere mucho tiempo e inhibe la realización de actividades fundamentales para las personas como socializar, estudiar y hasta trabajar. Sin un tratamiento adecuado es difícil cursar una vida con actividades normales.

Conocer sus causas para crear soluciones

Si bien no se conocen los motivos específicos que generan la aparición del TOC, se han identificado diferentes factores que intervienen en el desarrollo de esta enfermedad. Desde una perspectiva biológica  las personas que la sufren presentan alteraciones en la secreción de serotonina. Este neurotransmisor  está implicado en la regulación del estado de ánimo, la agresividad y la impulsividad, además de modular la transmisión de información de una neurona a otra.

También existen factores genéticos que condicionan el desarrollo de la enfermedad, aunque se desconoce el modo en que se transmiten. Hay que tener en cuenta que existen acontecimientos puntuales en la vida de una persona que pueden actuar como desencadenantes traumáticos, que se expresan en temores, pérdida de control, exceso de perfeccionismo y hasta obsesiones religiosas.

El Trastorno Obsesivo Compulsivo es una enfermedad que genera un tipo de padecimiento que impide el desarrollo de las actividades normales.  Está catalogada por la OMS como una de las 20 más discapacitantes, por eso desmitificar sus verdades es un primer paso importante. Romper con sus mitos y aceptar el tratamiento adecuado para eliminar el círculo repetitivo entre las obsesiones y las compulsiones es importante y necesario para que, quienes la padecen, puedan desarrollar sus actividades y una vida social normal como cualquier otra.

REFERENCIAS
OMS (Organización Mundial de la Salud)
Contenido validado por el Equipo de Auditoría Médica de OSDE.