Nuevas tecnologías: ¿cómo pueden afectar nuestra salud?

La capacidad de control sobre otras personas, la necesidad de inmediatez y la dificultad para desconectarnos que nos generan los nuevos dispositivos pueden interferir en nuestro bienestar. En esta nota te contamos cómo.

Paula se levanta y, mientras desayuna, lee las noticias desde su celular. Mientras, recibe una notificación: la factura del gas está por vencer. Automáticamente, ella la paga con un solo clic. Se dirige hacia su trabajo y escucha música mediante una app gratuita que descargó hace algunas semanas. Cuando llega a la oficina, responde los 20 mails que se acumularon en su bandeja de entrada y crea un documento en línea, que comparte con su equipo para trabajar en conjunto. Cuando vuelve a su casa, tiene una videoconferencia con sus padres, que viven en el interior y, al finalizarla, busca una receta en la web para preparar su cena. Paula no podría vivir sin internet y sin sus dispositivos móviles. Y a estas alturas, ¿quién podría hacerlo?

Nuestras formas de aprender, de informarnos, de relacionarnos  y de sentir cambiaron de manera rotunda con la llegada de las nuevas tecnologías y, sin dudas, son muchas las ventajas que trajeron a nuestras vidas. Pero el hecho de mantenernos conectados las 24 horas puede tener su lado oscuro: la capacidad de control sobre otras personas, la necesidad de inmediatez y la dificultad para desconectarnos que nos generan internet y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden afectar nuestro bienestar. En esta nota te contamos cómo.
 
 
 

El amor en los tiempos del celular

 
 
 
 
Según un estudio llevado adelante por investigadores del CONICET, aplicaciones como Facebook o Whatsapp habilitan la posibilidad de controlar todo el tiempo a nuestra pareja, lo que puede derivar en un descontrol –caracterizado por celos, violencia, ira-. ¿Quién no se desesperó alguna vez al darse cuenta de que la otra persona había visto su mensaje y no le había respondido? ¿O al ver que su último horario de conexión era reciente y, sin embargo, no se tomó el tiempo de contestarle? Interrogantes como “¿qué está haciendo ahora?” o “¿me está siendo infiel?” pueden dispararse de manera injustificada al vivir este tipo de situaciones.

Para los investigadores de este estudio, las redes no son negativas: con ellas la gente se relaciona, se comunica y puede sentirse cerca a pesar de la distancia. Pero sostienen que hacen que la persona se altere más por sentir que el otro no está haciendo lo que se espera. Lo que ocurre es que hoy la tolerancia con los tiempos es mucho más acotada y la necesidad de inmediatez genera escenas de conflicto, discusión, bronca u otras emociones negativas.
 
 

 

Redes sociales: cuatro factores que pueden estar afectando tu bienestar

 
 
 
 
Según un estudio realizado por la organización sin fines de lucro Anxiety UK, aproximadamente la mitad de las personas encuestadas vio un cambio negativo en su comportamiento, producto del uso cotidiano de las redes sociales. Algunos de los factores que contribuyeron en esa modificación fueron:
 
 

(1) La comparación constante con otros.

 
Las personas exponen su vida en las redes: suben imágenes en las que muestran lo que comen, a dónde se van de vacaciones o cuál fue su última adquisición en el shopping. Siempre es necesario recordar que las personas exhiben el costado que quieren que los otros vean. Compararse constantemente con los otros sin tener esto en cuenta puede afectar nuestra autoestima.

 

(2) Exceso de tiempo frente a la computadora. 

 
Esto, además de traer contracturas musculares y cervicales, contribuye al sedentarismo, uno de los 10 factores de riesgo cardiovascular prevenibles.

 

(3) Dificultad para desconectarse y relajarse.

 
Este estudio arrojó que el 45% de las personas se sentirían preocupadas e incómodas si no pudieran acceder a sus redes sociales o email.

 

(4) Facilidad para confrontar al estar on line.

 
El anonimato que habilita internet puede llevarnos a actuar de una manera distinta a la que adoptaríamos en la realidad off line. Esto es preocupante, ya que puede provocar problemas en nuestras relaciones interpersonales y nuestro  trabajo. 
 

 

Internet y nuevas tecnologías: nos nos afectan a todos por igual

 
 
Es importante tener en cuenta que los nuevos dispositivos y aplicaciones no influyen de la misma manera en todas las personas. En el caso de las que sufren de ansiedad, su uso puede llevarlas a sentirse más inseguras y abrumadas. Ellas deberán ser conscientes de esto e intentar ejercer cierto control sobre las nuevas tecnologías, para que no ocurra a la inversa.

Otro grupo social vulnerable que no debemos pasar por alto es el conformado por los adultos mayores, que precisan de asistencia constante para desenvolverse en el día a día. Eso puede conducir a problemas de autoestima en este grupo etario, además de los propios de ese momento de la vida. 
 
 
 
 
Fuentes:

-CONICET.

-Anxiety UK.