Una pausa que todos necesitamos: cómo el mindfulness te puede ayudar a controlar la ansiedad

La licenciada Luciana Kot, psicóloga especialista en esta disciplina, nos ayuda a conocer más sobre sus beneficios y a descubrir cómo nos puede ser útil para transitar estos tiempos de cuarentena.

Ir a hacer las compras al supermercado y, al mismo tiempo, estar pensando en que, al llegar a casa, hay que desinfectar nuestro calzado antes de ingresar. Trabajar cada día sin cuestionarnos si lo hacemos solo porque debemos o porque también realmente lo disfrutamos. Estar mirando una película con nuestra pareja y, paralelamente, recordar que por un buen tiempo no podremos ir al gimnasio o salir con amigos. Si te pasó o te pasan constantemente algunas de estas situaciones, eso significa que no estás practicando el mindfulness, que es la capacidad de estar plenamente en el aquí y en el ahora, aceptando lo que ocurre sin juicios que rechacen o se aferren a ninguna experiencia y teniendo plena consciencia de cada acción que realizamos.


El mindfulness se originó hace más de 2.500 años en Oriente y constituye la esencia fundamental de los principios budistas. El pionero en implementarlo en Occidente y en transformarlo en una práctica avalada por el mundo científico fue el médico y biólogo molecular Jon Kabat-Zinn, quien creó la técnica de Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena (REBAP). Para conocer más sobre mindfulness y sobre cómo puede ayudarnos a encarar nuestras tareas diarias y a transitar este período de aislamiento social, entrevistamos a la licenciada Luciana Kot, prestadora de OSDE, especialista en esta disciplina.

 

Hablemos de mindfulness: una aproximación a esta práctica milenaria

 

La mayoría de las personas no practica el mindfulness, ¿eso significa que casi todos vivimos como “en automático”?

 

LK: Casi todos actúan como si estuvieran adormecidos, con un nivel de consciencia mínimo. Esto hace que la persona, más que vivir, sobreviva. Alguien que dedica 9 horas por día a trabajar de algo que no le gusta está encerrado en un círculo vicioso de labor-consumo en el que se genera malestar y sufrimiento a sí mismo y a quienes lo rodean. Otro ejemplo es aquel que se pone en posición de víctima y proyecta en el afuera la causa de todos sus males: para él, la culpa de sus desgracias la tienen su jefe, su vecino, el presidente, el gobierno, el país. También hablamos de personas que aún no descubrieron su potencial y no tomaron un rol activo frente a su vida. La propuesta del mindfulness es parar, observarse y elegir cómo proceder en lugar de seguir actuando en “modo autómata”. La epidemia del siglo XXI es el estrés, que se genera, en gran parte, por estar desconectados de la esencia, de los deseos y de los dones propios.

 

¿Cuáles son los beneficios del mindfulness?


LK: Son múltiples:

  • reduce el estrés,

  • hace que la persona se vuelva más pensante y menos reactiva -es decir, que deje de actuar “en caliente” diciendo o haciendo cosas que hieren-,        

  • aporta herramientas para generar momentos de paz mental y potenciar los efectos terapéuticos de los tratamientos psicológicos y psiquiátricos,   

  • desarrolla la aceptación, una cualidad fundamental para dejar de luchar contra lo que no se puede cambiar y para activar la mente creativa, que permite encontrar soluciones a aquello que sí se puede modificar,       

  • cultiva la consciencia amorosa, que implica tratarse a uno mismo y a los demás como personas amadas, con palabras amables, respetuosas y cariñosas,

  • estimula la capacidad de ver la vida con “mente de principiante”, o sea, experimentar cada momento como si fuera la primera vez,

  • genera quietud y calma para la mente, que se despeja y, de esa manera, lejos del ruido de los pensamientos, ayuda a que el sentido y el propósito de vida afloren.

 

¿Todos pueden aprender a practicar mindfulness?

 

LK: Sí, porque todas las personas tienen la capacidad de estar presentes viviendo al ciento por ciento en el aquí y el ahora. Todos fuimos niños y recordamos algún momento jugando plenamente, con el cuerpo y el alma, sin importar lo que pasó o lo que pasaría, sin preocupaciones, sin pendientes. Todos experimentamos alguna vez ese estado mental particular en el que todo fluye y se pierde la noción del tiempo.

 

¿Es necesario tomarse un tiempo en el día o en la semana para practicarlo (como la meditación) o es un estado que debería estar presente todo el tiempo?

 

LK: La mayoría de los maestros recomienda 30 minutos diarios de una meditación mindfulness. Un ejemplo de esto sería escuchar un audio o a una persona que nos guíen para prestar atención a la respiración, realizar un escaneo corporal y ejercitar la autocompasión -comprender tus sentimientos en los momentos más difíciles y evaluar cuál es la mejor manera de tratarte a vos mismo-. Pero los expertos también aclaran que, como el mindfulness es un estado de consciencia plena, muchas personas practican este estado de unifoco -que es lo opuesto al multifoco o a hacer diez cosas a la vez- cuando pintan, bailan, caminan, corren o comen. Es decir, una persona que no cuenta con tiempo para tener un momento de meditación guiada sí puede elegir comer con consciencia plena, con los cinco sentidos.

 

¿Cómo nos puede ayudar la práctica del mindfulness para controlar la ansiedad?


LK: El mindfulness nos invita a parar, a hacer un stop en la vorágine diaria y a observarnos. Esta pausa sagrada busca un camino hacia el interior, es una cita con uno mismo. Existen preguntas e indicaciones propias de la práctica meditativa que apuntan a amplificar el autoconocimiento. Estas son algunas de ellas: ¿cómo está tu respiración en este momento? ¿Es profunda o superficial? ¿Es rápida o lenta? ¿Cómo percibís tu cuerpo? Recorrelo de pies a cabeza y detectá qué sensaciones físicas se producen. ¿Cómo estás a nivel emocional? Describí la emoción, identificá la intensidad y el correlato físico. Básicamente, estas son las tres áreas de consciencia que trabaja el mindfulness: mental, emocional y corporal. Desde ese viaje hacia el interior será posible recabar información para decidir conscientemente cómo podemos proceder en el día a día.

 
Fuente:

-Entrevista con la licenciada Luciana Kot, psicóloga especialista en mindfulness e instructora de yoga.