La Organización Mundial de la Salud desaconsejó el uso de edulcorantes. ¿Y ahora con qué endulzamos?
¿Por qué se desaconseja el consumo de edulcorantes?
En primera instancia, los endulzantes naturales o artificiales no azucarados no son factores dietéticos esenciales ni tienen valor nutricional. Su ingesta prolongada en el tiempo:
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No es eficaz para bajar de peso.
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Incrementa el riesgo de contraer diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
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Aumentan el deseo por los sabores dulces, lo que fomenta la preferencia de esos alimentos.
Entre los productos específicos que no se recomiendan figuran el acesulfamo K, aspartamo, advantame, ciclamatos, neotame, sacarina, sucralosa, así como la stevia y sus derivados.
De todos modos, a la luz de la evidencia científica disponible, se consideran seguros si su consumo no supera la IDA (Ingesta Diaria Admitida).
¿Y en el caso del azúcar?
La ingesta excesiva puede acarrear diversos problemas. En primer lugar, está asociada al sobrepeso y al riesgo de desarrollar obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, problemas bucodentales e incluso cáncer.
Además, puede generar picos de glucosa en sangre seguidos de bajadas bruscas, lo que provoca fluctuaciones en los niveles de energía y dificulta el mantenimiento de una alimentación equilibrada.
Para consumir azúcar de manera menos nociva para nuestro cuerpo, es recomendable optar por fuentes más saludables y nutritivas como las frutas frescas, que además aportan vitaminas, minerales y fibra.
¿Qué es el umbral dulce y cómo podemos reducirlo?
Es la cantidad mínima de dulce que nuestras papilas gustativas necesitan para percibir ese sabor. Es importante tener en cuenta que, en la medida en que consumimos azúcar o edulcorantes de forma habitual, este tiende a aumentar y, por lo tanto, cada vez precisamos endulzar más para lograr el mismo resultado.
Para reducirlo, es recomendable disminuir en forma gradual los productos y bebidas endulzadas, así como la porción de azúcar añadida en preparaciones caseras. Con el tiempo, las papilas se adaptan y son capaces de apreciar el sabor real de los alimentos.
4 tips para entrenar el paladar y bajar el umbral de dulzor
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Reducí gradualmente el consumo de azúcar en infusiones y preparaciones. Empezá por disminuir la cantidad que utilizás en el café, té o mate y al cocinar.
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Apoyate en las especias: si estás a un paso de dejar los endulzantes, pero todavía no lográs evitar “esa media cucharadita”, podés agregar canela a tu café o coco rallado al mate para llegar a esa meta.
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Optá por alimentos naturales. Cuando tengas ganas de algo dulce, priorizá las frutas frescas, que contienen fructosa y aportan nutrientes adicionales como vitaminas, minerales y fibra. Si consumís budines, galletitas o panqueques saludables a diario, sumales banana como reemplazo de edulcorantes.
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Evitá los ultraprocesados. Leé las etiquetas y eligí los que no contengan azúcar agregada.
Fuentes:
- Entrevista con la médica nutricionista Nora Torello (M.N. 98.703).
- Organización Mundial de la Salud.