Amistad a prueba de distancias: la importancia de seguir en contacto en esta nueva realidad
A pesar de la fuerte creencia de que las personas somos individuos independientes, vivimos en permanente interacción con aquellos que forman nuestro entorno social y habitamos redes complejas que se encuentran en constante transformación como la familia, la escuela, el trabajo y las amistades. A lo largo de la vida, esa red se amplía, se contrae, se expande, y así vamos transitando diferentes experiencias de enriquecimiento o de pérdida en las que nuestra identidad se construye y reconstruye.
Para Adriana Bersi, licenciada en psicología, los amigos y las amigas son una parte muy importante de esa red. Este 20 de julio, celebramos la amistad en un contexto muy distinto al que conocíamos. Por eso, queremos compartirte algunas reflexiones de la profesional para tener en cuenta en esta situación tan particular.
¿Qué lugar ocupan las amistades en nuestra historia?
Los amigos y amigas adquieren distinto protagonismo según el ciclo vital que estemos atravesando.
En la infancia, contribuyen a la socialización y, en la adolescencia, favorecen la apertura al mundo más allá de las fronteras de la familia.
En la madurez y en la vejez, se comparten momentos de alegría y nos acompañan en situaciones tristes y de crisis. Son los testigos y compañeros de nuestras historias, nos nutren emocionalmente, nos brindan un vínculo que abriga y que en ocasiones reemplaza a la familia o se constituye en ella más allá del lazo sanguíneo. Compartir la intimidad con los amigos nos genera confianza y nos hace más fuertes.
Bersi sostiene que el escenario en el que nos encontramos actualmente nos priva del vínculo físico con el otro y nos plantea un nuevo desafío: buscar distintas formas de generar encuentros con esas personas que tanto queremos.
¿De qué manera podemos mantener los vínculos en estos tiempos de aislamiento?
Si bien la pandemia nos aleja físicamente, al mismo tiempo nos brinda la oportunidad de sostener, profundizar y generar nuevas relaciones usando la tecnología. Ya sea por medio de un llamado telefónico o a través de alguna aplicación de reuniones virtuales como Zoom, podemos recrear con facilidad el modo de conectarnos, destaca la licenciada.
Distintos sondeos realizados en poblaciones afectadas por el aislamiento revelaron una relación positiva entre la riqueza de los vínculos y la adaptación creativa de la situación para acortar las distancias. Esto quiere decir que todos los encuentros pueden recrearse de manera virtual sin que esto afecte la solidez de nuestras relaciones.
Las personas solíamos reunirnos a tomar el té, a cenar, a comentar una película, a evaluar las dificultades cotidianas, a darnos ánimos para seguir adelante y a festejar cumpleaños o fechas especiales. En un momento en el que hay mucho dolor por proyectos abortados, incertidumbre ante el futuro, hastío por soledad y temor, es clave que sigamos posibilitando esos encuentros online para ayudarnos mutuamente y construir resiliencia que hoy tanto se necesita. A todos nos reconforta sentir que somos importantes para alguien.
Bersi relata que, hace unos días, una amiga le dijo en una videollamada, mientras compartían un café: “No permitamos que la pandemia nos robe los sueños”. A partir de esa frase, la profesional reflexiona y enumera los aspectos más positivos de mantener nuestras relaciones de amistad: “El lazo social, la presencia y el diálogo con el otro nos permite objetivar las amenazas, recuperar la confianza y construir con esperanza sin negar las dificultades que estamos atravesando”. Algo que, en esta nueva realidad, sin dudas, es muy necesario.
Fuente: entrevista con la Lic. Adriana Bersi, psicóloga de la UBA, Directora Editorial de la revista Diagnosis y Supervisora Clínica Sistémica en la Fundación Prosam.