El cansancio después del COVID-19: las dudas más frecuentes
Luego de cualquier enfermedad infecciosa o de otro tipo, es normal que sintamos fatiga o falta de energía.
Si tuviste COVID-19 y experimentaste ese síntoma, puede que te estés preguntando ¿en qué momento se va a terminar? En esta nota, despejamos algunos interrogantes acerca del agotamiento después de haber transitado el virus y te brindamos consejos para que, poco a poco, logres regresar a tus tareas diarias.
¿Cuándo voy a poder retomar mi vida habitual sin cansarme?
No hay datos precisos sobre el tema. Volver a sentirse al 100% va a variar según cada caso particular: puede que lo hagas rápidamente o en forma más lenta. Esto depende de la manera en que se haya presentado el COVID-19: no es lo mismo si la transcurriste con pocos síntomas,en tu casa, que si tuviste una internación. En esta última situación, es posible que el cansancio se prolongue un poco más.
Pero, ¿por cuánto tiempo? La mayoría de las veces suele durar algunos días o unas pocas semanas.
Regresar al trabajo y hacer actividad física
Lo que tardes en volver a la rutina laboral va a depender de la recuperación que tengas y del tipo de trabajo que realices: tareas administrativas u ocupaciones que impliquen un gran esfuerzo físico. Es importante que lo converses con tus colaboradores, tus pares y tus jefes para hacerlo en forma gradual y en función de tu estado de salud.
Para reiniciar otras actividades, como el entrenamiento o la vida sexual, es necesario contar con el alta médica y poder caminar, al menos, 500 metros sin agitarte. Siempre debe ser de manera progresiva y sin sobreexigirte.
4 consejos para volver a tu rutina sin descuidar tu salud
Para que evites situaciones que hagan retroceder tu mejoría, te dejamos estos simples tips:
1. Tomalo con calma. No intentes hacer todo lo pendiente de una sola vez, ¡hay tiempo! Lo que hagas rápido y en cantidad va a disminuir tu rendimiento al día siguiente y vas a experimentar mayor agotamiento.
2. Planificá tus actividades. Primero por días y luego por semana: desde la higiene y las tareas domésticas hasta las responsabilidades laborales. Seleccionalas, agendalas de menor a mayor y tomá pausas. Al finalizar el día, vas a ver cuánto avanzaste.
3. Priorizá. Identificá qué es lo más importante y permitite pedir ayuda: primero aquello que no puede postergarse y luego el resto, siempre con tranquilidad.
4. Conversá con tu médico, familia y amigos. Es importante que las personas que te rodean te acompañen hasta que comiences a sentirte mejor.
Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia lógica para no arruinar el presente y optimismo desafiante, para encarar el futuro. Isabel Allende.
Fuente: Dra. María de las Mercedes Dabat, médica internista.