Polución sonora, un problema mundial que pasa inadvertido y que causa más enfermedades de lo que creemos. Te contamos todo lo que deberías saber para que tomes conciencia de sus peligros y sepas algunos buenos tips para poder cuidarte.
La contaminación auditiva es una problemática que crece en todo el mundo. El incremento de las actividades en zonas urbanas y la aceleración de los procesos en las ciudades colaboran para que el choque acústico genere cada vez más consecuencias negativas en la salud de las personas:
- Enfermedades cardíacas.
- Patologías emocionales.
- Trastornos digestivos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que el impacto acústico es el segundo factor ambiental más perjudicial para la salud en Europa detrás de la mala calidad del aire. Incluso estudios recientes indicaron que la contaminación auditiva ya tiene una incidencia negativa similar al de la polución atmosférica química.
En esta nota te contamos todo lo que tenés que saber sobre este problema recurrente. Leela y enterate cómo medir el nivel sonoro en los ambientes, y algunos consejos más, para que en tu día puedas evitar el asedio del exceso de sonidos innecesarios y perjudiciales.
Un enemigo silencioso
¿Cuántas veces te ocurrió que los sonidos de la calle parecían escucharse mucho más penetrantes que lo normal? Bocinas, voces, motores, máquinas. Cuando llegaste seguramente cerraste la puerta de tu casa y sentiste un silbido constante dentro de tu cabeza, como si tus niveles de estrés estuvieran en su punto límite. Ya no soportabas ni la voz más suave. Solo querías apagar todo ese bullicio interno y quedarte así durante horas.
Esa situación tan familiar le ocurre a todas las personas, sin distinguir género o edad, en distintos ámbitos. Nuestra capacidad de absorber y procesar sonidos del ambiente, como otras de nuestras percepciones, también tiene un límite. Pero, ¿qué es la contaminación acústica? Es el exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente de un determinado lugar. Exponernos a ella es un serio problema que supera las simples molestias que genera el ruido y del que, con frecuencia, no somos conscientes.
¿Qué nivel de sonido pueden soportar nuestros oídos?
Lo primero que tenés que saber es que no todo sonido es considerado contaminación auditiva y que las ondas sonoras se miden en decibelios (dB). La OMS define como ruido cualquiera superior a 65 dB. Este se vuelve dañino si supera los 75 y doloroso a partir de los 120. Lo recomendado es no superar los 65 dB. durante el día para que nuestro sueño sea efectivo. La forma en que asimilemos este nivel sonoro dependerá también de la cantidad de tiempo de exposición que tengamos ante él. Por ejemplo, un ruido que alcance los 100 dB., como el producido por un subterráneo, únicamente se puede escuchar sin riesgo durante 15 minutos al día.
¿Cómo saber el nivel de sonido que estoy soportando?
No es tan común que lo controlemos como la temperatura o la distancia, entonces, ¿cómo podemos saber con exactitud el nivel sonoro al que nos exponemos? Lo primero que tenemos que considerar es que es una unidad logarítmica, es decir, el doble de decibelios no equivale al doble de ruido. Un buen comienzo es saber controlarlo en su unidad, y para eso, si bien existen artefactos que los miden con exactitud, una buena opción es bajar una de las tantas aplicaciones para teléfonos móviles, como Sonómetro, para saber cuál es tu nivel de exposición. Para que tengas una idea inicial de los decibelios de tu rutina te damos una lista con algunos ejemplos que te van a servir como referencia :
- Respiración, 10 dB.
- Tránsito liviano, 30 dB.
- Conversación tranquila, 40 dB.
- Manifestación de personas, 65 dB.
- Moto de cilindrada media, 70 dB.
- Formación de tren, 80 dB.
- Tránsito intenso, 90dB.
- Taladro eléctrico, 100 dB.
- Concierto de música, 110 dB.
- Taladro mecánico de construcción, 125 dB.
- Avión despegando, 130 dB.
- Batería musical, 140
- Estruendos pirotécnicos, 150 dB.
Durante tu descanso
Para que tu salud integral tenga una buena base es fundamental que tus momentos de descanso se desarrollen con el tiempo y la calidad recomendada de sueño, por eso, la exposición nocturna a los sonidos no debería exceder los 40 dB, o dicho de otra manera, lo que corresponde al nivel sonoro de una calle tranquila en un área residencial. Las personas expuestas a niveles más elevados a ritmo constante pueden sufrir trastornos del sueño e insomnio. Por esto, idealmente, los niveles recomendables para tus momentos de descanso deberían ser de 30 decibelios en tu dormitorio durante la noche y 35 en los momentos que requieras buena concentración. Durante el resto del día sería muy positivo que no superes los 40 decibelios de media para prevenir efectos adversos.
¿Cómo afecta a tu salud la contaminación sonora?
Está demostrado y advertido por la OMS que el sonido está íntimamente ligado a diversos problemas de salud, incluso algunos daños auditivos provocados por el exceso de ruido son irreversibles. Esta polución, además de perturbar el sueño, aumenta el riesgo de padecer diversas afecciones como:
- Infartos.
- Hipertensión.
- Presión alta.
- Migraña.
- Trastorno del sueño.
- Bajo rendimiento laboral y del aprendizaje.
- Deterioro cognitivo.
- Estrés agudo.
- Tinnitus o sordera.
- Gastritis.
7 consejos para reducir la contaminación acústica
Para que puedas disminuir la intensidad sonora diaria, y que tu rutina sea más sana y armónica, te contamos algunas buenas ideas:
- Cuando estés en tu casa, intentá reducir al mínimo los sonidos del televisor y la reproducción de música.
- Seleccioná los momentos en los que vas a poner música de fondo. Recordá que el cruce sonoro es de los procesos auditivos que más saturan el espacio auditivo.
- En la medida de lo posible, utilizá el lavarropas y el lavaplatos durante el día, para que tu momento de descanso tenga el menor nivel de polución sonora.
- Tomá como una costumbre hablar con el mínimo volumen posible, pero sobre todo en bares, restaurantes y lugares con distintas voces cruzadas, donde los decibeles suelen estar en su máximo nivel. Si vos lo hacés, seguramente los demás te imiten.
- Si vas a escuchar música con auriculares, que el nivel de volumen no te resulte molesto. Podés disfrutarla sin que te aturda, idealmente sin superar los 85 dB.
- Recordá que podés utilizar dispositivos para reducir el sonido que tus oídos reciben, como tapones y auriculares que absorben el ruido exterior.
Tip extra: la tecnología en materia auditiva avanzó mucho los últimos años, y ya se venden auriculares que poseen un sistema especial que insonoriza digitalmente el 100% de sonidos exteriores. Si tenés la oportunidad, ¡no dejes de probarlos!
La contaminación auditiva es el resultado de muchos sonidos que saturan el espacio que nuestros oídos perciben. En muchos casos no podemos evitarlos, sobre todo en entornos urbanos donde los vehículos, las voces, las construcciones y la aglomeración generan zonas insalubres y contaminantes. La OMS afirma que la exposición ante un ambiente como ese es el punto de inicio de diversas enfermedades, muchas de ellas irreversibles. Es posible regular la polución sonora, fundamentalmente de ambientes personales donde la armonía y la relajación debería ser lo único que invada tu espacio individual.
Referencias
Contenido validado por el Equipo de Auditoría Médica de OSDE.