La fortaleza de nuestros huesos está íntimamente relacionada con los niveles en sangre de vitamina D: esta sustancia ayuda al organismo a absorber el calcio necesario para el mantenimiento de la estructura ósea y, además, nos permite reducir el riesgo de hipertensión, diabetes y obesidad.
A través de una dieta y una exposición solar adecuadas es posible mantener los niveles de vitamina D indicados. En esta nota te contamos de qué manera podés incluir esos hábitos saludables a tu rutina.
2 pasos para incorporar la vitamina D de manera natural
(1) Consumí alimentos ricos en vitamina D
Comé pescados grasos (atún, caballa, sardina, jurel, salmón, entre otros), yema de huevo y quesos. También podés encontrar esta vitamina en productos de consumo masivo fortificados como la leche y el yogur.
(2) Exponete al sol con protección
Tomar sol permite activar la vitamina D que hayamos incorporado a través de los alimentos. Mientras en primavera y verano son suficientes entre 10 y 20 minutos de exposición, en invierno se necesita un poco más. La radiación recibida dependerá de la postura, la forma del cuerpo, la ropa y la zona expuesta. Además, la edad es otra variable a considerar: con los años disminuye la capacidad de producir vitamina D, y los adultos de mediana edad tienen el 66% del potencial en comparación con los niños. Procurá usar siempre protector solar de un factor 30 como mínimo para bloquear los rayos ultravioletas, que son los que pueden causar cáncer de piel.
Estas recomendaciones son generales y no consideran la existencia de patologías o condiciones de salud particulares. Antes de adoptarlas, te aconsejamos realizar una consulta con tu médico tratante.