Sabemos que las frutas son una gran fuente de nutrientes y antioxidantes, claves para una alimentación completa y balanceada. Pero ¿es mejor consumirlas como jugo, enteras, pelarlas o comerlas con la piel? ¡Te lo respondemos en esta nota!
¿Cuál es la mejor forma de incorporar las frutas?
Una de las preguntas más comunes sobre este tema es si hay alguna diferencia entre tomarlas como jugo o consumirlas enteras. En general, siempre es mejor comerlas en su totalidad, con piel incluida, ya que contienen más propiedades que se pierden cuando las exprimimos o procesamos. Por ejemplo, la cáscara de la manzana es rica en quercetina, un antioxidante que puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
Además, cuando incorporamos la pulpa (en vez de solo tomar el jugo), estamos obteniendo más cantidad de fibra y nutrientes que ayudan a mantener el sistema digestivo saludable, previenen el estreñimiento y fortalecen el sistema inmunológico.
¿Y qué hacemos con las cáscaras más amargas o duras? Existen un montón de otras formas de prepararlas como infusiones, sales saborizadas o ralladuras.
¿Qué tener en cuenta a la hora de sumar las frutas a nuestra alimentación?
- Comer diferentes tipos, ya que cada una tiene un perfil nutricional único. ¡La variedad es la clave!
- Que sean de estación, tengan un color uniforme, y no estén machacadas. Eso no significa que tengan que ser perfectas. Las frutas de granja, no transgénicas y agroecológicas, suelen ser desparejas.
- Elegir siempre las frescas y maduras a las procesadas o enlatadas, ya que son mucho más saludables.
- Lavarlas bien antes de consumirlas. Si vamos a comerlas con cáscara, esto es fundamental para quitar los residuos de pesticidas. Una buena forma es colocarlas bajo el agua corriente y frotarlas con la mano o un cepillo suave.
¿En qué momento del día conviene consumir las frutas?
La realidad es que no hay un momento específico del día que sea mejor o peor, sino que todo depende del hábito y necesidades alimentarias de cada persona.
Sí es importante tener en cuenta que las frutas contienen fructosa que puede aumentar los niveles de glucosa en sangre, por lo que resulta beneficioso combinarlas con otros alimentos que ayuden a regular la absorción de estos azúcares. Por ejemplo, si se comen como postre, se pueden acompañar con un lácteo descremado o frutos secos que proporcionen proteínas y grasas saludables.
- Los cítricos, como las naranjas y los pomelos, son excelentes para el desayuno debido a su alto contenido de vitamina C.
- Las frutas con mucho potasio, como las bananas y ciruelas, son ideales para después del ejercicio ya que reponen los electrolitos.
Receta para aprovechar la cáscara de la naranja
Fuentes:
- Ministerio de Salud de la Nación Argentina.
- Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
- Instituto Nacional de Tecnología Industrial.