Alexitimia: una de cada diez personas no logra comprender sus emociones
¿Alguna vez pensaste en la importancia que tienen las emociones? ¿Cómo influyen en los pensamientos, la conducta, las relaciones y, principalmente, en la salud mental?
Para preservar la inteligencia emocional y favorecer al bienestar psicológico, es clave regularlas de manera correcta. Sin embargo, según estudios neurológicos, una de cada diez personas no logran comprender y manifestar lo que sienten. En muchos casos, se vuelve una complejidad a la hora de relacionarse o desarrollan graves trastornos al somatizar las emociones.
¿Qué es la alexitimia?
También conocida como “mutismo emocional”, es la incapacidad de interpretar las emociones y puede ser consecuencia de un problema neurológico o de una patología.
Existen dos tipos:
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Primario: es el más grave y es causado por una lesión en el cerebro.
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Secundario: es aquel que tiene su origen en un mal aprendizaje o en consecuencia de algún trastorno que imposibilita reconocer y expresar emociones en forma correcta. Puede aparecer por un estrés postraumático a partir de una muy mala experiencia.
⚠️ El 30% de las personas afectadas por alguna perturbación psicológica pueden sufrir mutismo emocional.
¿Cuáles son sus síntomas?
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Incapacidad de adaptación.
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Dificultad para identificar e interpretar los pensamientos.
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Comprensión limitada de lo que causan los sentimientos.
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Problemas para reconocer y expresar las emociones.
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Complejidad para descifrar el lenguaje corporal y relacionarse con otras personas.
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Inconvenientes con las sensaciones del propio cuerpo y falta de movimiento.
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Tendencia a utilizar la acción como estrategia para afrontar situaciones conflictivas.
Las personas afectadas no comprenden algunas de las manifestaciones físicas más habituales ante una situación de estrés y nerviosismo como el estómago revuelto, sudor en las manos, la tensión muscular y el corazón acelerado. Suelen ser signos totalmente indescifrables, que pasan desapercibidos o los confunden con otras enfermedades.
Esto no significa que sean personas frías, sino que la peligrosa somatización de las emociones las hacen incapaces de reconocerlas. No logran liberar la angustia emocional y sus cuerpos solo se expresan mediante molestias físicas.
A largo plazo, el estrés y la ansiedad pueden llegar a provocar:
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temblores,
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dolores corporales,
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trastornos alimentarios,
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depresión,
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trastornos del sistema digestivo,
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enfermedades cardiovasculares,
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cefaleas,
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colón irritable,
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fatiga crónica o insomnio.
¿Cómo tratarla?
Es un desafío emocional que es posible superar con tiempo y esfuerzo. La terapia y el trabajo en la inteligencia emocional son primordiales para lograrlo.
Los profesionales en la salud mental son quienes evalúan cada caso de forma individual para guiarlos y lograr conocer aquello que generó este bloqueo de emociones para volver a asociarlas y regularlas. Sin presiones, con motivación y cautela.
10 pasos para trabajar tu inteligencia emocional
#1 Autoconciencia
Reflexioná sobre cómo te sentís en diferentes situaciones. Podés registrar tus emociones y las circunstancias que las desencadenaron en las notas de tu celular o en un cuaderno.
#2 Exploración
Leé libros o artículos sobre el lenguaje emocional y ampliá tu vocabulario para poder identificar y expresar mejor lo que sentís.
#3 Reflexión
Dedicar tiempo a cuestionarte sobre lo que te pasa puede ayudar a profundizar tus sentimientos.
#4 Comunicación
Compartí tus sensaciones con amigos cercanos, familiares o un terapeuta. Hablar te ayuda a procesar y comprender mejor lo que sentís.
#5 Terapia
Buscá la ayuda de un profesional especializado en psicología que te oriente y brinde las herramientas que necesites.
#6 Paciencia
No te presiones, cambiar la forma en que te relacionás con tus sentimientos lleva tiempo.
#7 Meditación
La práctica del mindfulness puede ayudarte a estar más presente en tu día a día y observarte sin juzgar o reprimir.
#8 Relajación
Aprendé técnicas como la respiración profunda o el yoga que pueden ayudarte a reducir el estrés y mejorar tu conexión con tu interior.
#9 Creatividad
Desarrollá tu expresión artística. La pintura, la escritura o la música pueden ser una forma efectiva de explorar y expresar tus emociones de manera no verbal.
#10 Motivación
Preservá tus metas y objetivos. La práctica constante es clave.