Agresiva, pasiva o asertiva: ¿qué actitud tenés frente a los conflictos?
¿Alguna vez pensaste en cómo influye en tu vida la forma de relacionarte con las personas que te rodean? ¿Y con los problemas que se te presentan? La socialización es un proceso clave desde que nacemos, ya que dependemos de otros para sobrevivir y aprender. A medida que crecemos, vamos moldeando nuestros vínculos familiares y sociales, los cuales por momentos están ligados a situaciones conflictivas y la forma en que las enfrentamos puede marcar una gran diferencia.
¿Cómo influye la tecnología en la forma en que nos relacionamos?
Hoy en día, vivimos en una cultura que se apoya y se reproduce a través de las tecnologías de comunicación e información. Esto cambió la manera de vincularnos. Las redes sociales nos permiten compartir nuestra vida con otras personas, pero la línea entre lo público, lo privado y lo íntimo se desdibuja cada vez más y el fenómeno de exhibir la propia intimidad tiene sus consecuencias: nos exponemos a que nos juzguen y quedamos a merced del resto. Con la ilusión de que nos construimos a nosotros mismos, en realidad, estamos generando identidades disponibles y desechables.
¿Es posible vivir sin conflicto?
Es importante comprender que el conflicto es parte de la vida. Tenemos diferentes puntos de vista, opiniones, creencias y deseos, y esto puede generar desacuerdos tanto en el ámbito privado como en el público, ya sea en la familia, la escuela o la sociedad en general. En los vínculos, no solo se expresan diferentes formas de relacionarnos, sino también nuestras contradicciones y sentimientos internos. Somos seres complejos y abiertos, y las emociones (no siempre racionales) influyen en las decisiones que tomamos.
Tres posturas para enfrentar los problemas: agresiva, pasiva y asertiva
Existen tres actitudes que podemos tomar ante un conflicto:
Agresiva
Son personas que no consideran a la otredad y pierden fácilmente el control. Por lo general, adoptan una postura dominante, exagerada y se frustran rápidamente. Les resulta difícil crear un espacio de intimidad y romper con la lógica de amenazado y amenazador.
Pasiva
Quienes tienen esta actitud evitan enfrentar situaciones conflictivas y muestran inseguridad. No expresan sus sentimientos y emociones, y suelen poner las necesidades y deseos del afuera por encima de los propios. En muchas ocasiones, experimentan ansiedad y se retraen, lo que incrementa su inhibición.
Asertiva
Implica ser capaz de expresar tus opiniones, necesidades y deseos de manera clara, respetuosa y directa y, al mismo tiempo, de escuchar los deseos y opiniones de los demás. Promueve la empatía y la comprensión mutua y crea un espacio para encontrar soluciones colaborativas.
¿Cómo lograr una actitud asertiva?
Es fundamental desarrollar la capacidad de escuchar y considerar la opinión de quienes nos rodean. Recordá que las personas no son objetos a dominar, sino individuos con los que podemos consentir o disentir. Además, el humor puede ser un antídoto efectivo para crear un espacio de intimidad.
4 tips para una comunicación asertiva
Expresá tus pensamientos y sentimientos de manera efectiva. Esto implica comunicar tus necesidades, preocupaciones y perspectivas de manera directa, honesta y respetuosa. Evitá el uso de lenguaje agresivo o insultante, ya que esto puede exacerbar el conflicto y dificultar la búsqueda de soluciones.
Escuchá en forma activa. Prestá atención a las palabras, gestos y emociones de la otra persona, y mostrá interés genuino por su perspectiva. Tratá de no interrumpir y buscá comprender su punto de vista antes de responder. La escucha activa promueve la empatía y la comprensión mutua, creando un espacio para encontrar soluciones colaborativas.
Evitá juicios y prejuicios. Durante un conflicto, es fácil caer en la trampa de juzgar o hacer suposiciones. Sin embargo, esto puede obstaculizar la resolución del problema y deteriorar aún más la relación. Mantené la mente abierta sin etiquetar o culpar. En su lugar, concentrate en comprender las causas subyacentes y en encontrar propuestas constructivas.
Buscá soluciones beneficiosas para ambas partes. En lugar de adoptar una mentalidad de "ganar-perder", enfocate en encontrar compromisos y acuerdos que sean justos y equitativos. Esto implica ser flexible, tener creatividad y ceder en ciertos puntos para lograr un resultado satisfactorio.
Es importante destacar que, en muchos casos, las situaciones problemáticas pueden afectarnos emocionalmente y generarnos angustia, ansiedad o hasta conductas agresivas. Cuando estos síntomas se presentan y obstaculizan las relaciones interpersonales y nuestro propio bienestar, es recomendable buscar la ayuda de un profesional de la salud mental.
Acceso a servicios de apoyo y asesoramiento
En Argentina, existen diversas instituciones y organizaciones gubernamentales que brindan servicios de apoyo y asesoramiento legal, psicológico y social a las personas que enfrentan conflictos en sus relaciones familiares o situaciones de violencia.
Sede Central: Avenida Belgrano 673, Ciudad de Buenos Aires.
Teléfono: 0800-999-3722
WhatsApp: 11-7128-8301
Email: consultas@defensoria.org.ar
Redes sociales: @DefensoriaCABA.
Teléfono: línea 137
WhatsApp: 11-3133-1000
También podés realizar tu consulta en forma confidencial.
Fuentes:
- Dr. Horacio Pedro Vommaro. M.P.: 45102. Director Médico Centro Estima.
- Secretaría de Derechos Humanos de Argentina.
- Defensoría del Pueblo.
- Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
- Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.