Te contamos en este artículo lo que tenés que saber sobre alimentación y recuperación muscular para que aproveches al máximo tu entrenamiento.
Ya estamos en otoño, el calor se está yendo de a poco y los primeros días frescos del año atentan contra las ganas de arrancar. De todas formas, las calles y los parques siguen repletos hasta la noche de corredores, ciclistas y grupos de entrenamiento que no quieren perder el ritmo. Los últimos días cálidos nos regalan tardes templadas y todavía la deshidratación es un punto muy importante a tener en cuenta, como también la alimentación en períodos de esfuerzo físico.
Es una estación del año especial en la que se replantean nuevas metas por el inicio del ciclo lectivo y la llegada del frío. Entonces, ¿pensaste alguna vez en el rol que tiene el descanso para cumplir tus metas y que tu recuperación sea la ideal?
Te contamos en esta nota 6 motivos fundamentales para que puedas replantear tu nutrición y tus horas de sueño, optimizar tu entrenamiento y llegar de la mejor manera a tus objetivos.
Entrenamiento, alimentación y descanso
1| Las horas de sueño y la absorción de los alimentos
Los carbohidratos, las proteínas y las grasas constituyen el 100% de los alimentos que pueden proporcionar energía, aunque la cantidad y la velocidad de absorción es distinta en cada caso. El descanso adecuado es vital para este proceso. Para eso, es recomendable que duermas entre 7 y 9 horas diarias.
2| Regeneración y crecimiento muscular nocturnos
Tu organismo sintetiza los alimentos, en gran parte, durante el descanso para todas las funciones vitales y para el mantenimiento, la regeneración y el crecimiento muscular.
3| Aprovechá al máximo la carga glucémica
¿Sabías que la carga glucémica es la cantidad y velocidad de carbohidratos que contiene un alimento? Esta carga varía según los alimentos, la forma en la que los combines, el momento en el que los consumas y la cantidad de descanso que le des al cuerpo.
4| Estimulación del crecimiento de la proteína muscular
Durante tus períodos de descanso vas a aprovechar al máximo la glucosa y las proteínas aportadas por los alimentos, fundamentales en el reposo nocturno para que tus músculos continúen regenerándose, propiciando un óptimo crecimiento.
5| Consumo de grasas durante la noche
El consumo de grasas corporales no se detiene durante el descanso nocturno. El descenso de la glucosa sanguínea, mientras dormimos, favorece dicho consumo. Una buena jornada de descanso te ayuda a quemar el exceso que el organismo pudo haber acumulado durante el día.
6| Hidratación
La hidratación adecuada durante la noche mejora la circulación del cuerpo; esto optimiza la absorción de los alimentos y las funciones vitales. De esa forma, durante las horas de sueño, vas a facilitar el transporte celular de nutrientes, la digestión de los alimentos y la regulación ideal de temperatura corporal.
En pocas palabras; la alimentación, el ejercicio y el descanso son tres pilares fundamentales para una vida sana y equilibrada. Una rutina de ejercicios y alimentación adecuada debe combinarse con una apropiada hidratación y recuperación física durante tus horas de sueño.