4 hábitos saludables para entrenar sin descuidar tu corazón

Constancia, equilibrio y control, tres pilares del entrenamiento físico efectivo y duradero. Te contamos en esta nota algunos consejos para que, además de entrenar, cuides a tu corazón.

Después de tantas horas de esfuerzo, ¿lograste tener la capacidad física que buscabas? ¿Te gusta entrenar, ponerte objetivos y alcanzarlos? ¿Pensás hasta dónde podés llegar y te motiva la idea de romper tus propias marcas? Como amante del deporte, sabés que la alimentación y los buenos hábitos son fundamentales para el buen rendimiento: una dieta balanceada, no abusar de los alimentos procesados, dormir bien, no fumar y consumir la menor cantidad de bebidas alcohólicas posible.

Pero detrás de cada una de esas sesiones con tanta dedicación, está tu corazón: un aliado silencioso que te acompaña en cada movimiento empujando tus ganas de superarte. Por eso en esta nota te queremos contar los recaudos que deberías tomar para que sigas progresando, sin olvidar que el desarrollo de tu entrenamiento no solo está en el tiempo y las marcas que indican tu reloj, sino en un balance entre tus actividades y saber preventivamente hasta dónde podés llegar, para que puedas ejercitarte mejor, y por mucho tiempo más. 

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De todo ese tiempo que invertís en cuidarte, ¿cuánto dedicás a controlar tu corazón?

Es común que al llegar a los 40 años, la mayoría de las personas comiencen a tener inquietudes respecto a su estado de salud: es una edad en la que se puede gozar de plenitud física, pero tomando ciertas precauciones. Dedicás más tiempo a pensar en posibles dolencias, evaluás problemas de salud, reflexionás sobre afecciones hereditarias, y hasta prestás más atención a esas molestias en las que antes no hubieses dedicado un minuto.

Te contamos algunas recomendaciones para que sigas disfrutando de esa actividad que elegís, pero de una forma más controlada, efectiva y saludable.

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4 buenos hábitos para entrenar y cuidar tu corazón

 
1| Conocé tu estado físico

No importa que no tengas preexistencias o antecedentes familiares. Es un profesional quien va a decidir en función de tu actividad física y tus características personales la mejor forma de evaluar alguna posible enfermedad o anomalía cardíaca. No pueden hacerse generalizaciones por la edad y aspecto físico. Cada persona es única, y la mejor forma de saber cuál es su entrenamiento adecuado es escuchando el consejo de un especialista.

 
2| Evitá el nerviosismo y la ansiedad

La tensión emocional y las cardiopatías se relacionan entre sí más de lo que creemos, y afectan, incluso, a personas jóvenes. Es posible que te mantengas entrenado para alta competencia, que tu estado de salud sea aparentemente óptimo, y aun así no vas a ser inmune al peligro que ocasiona el estrés. Lo físico y lo emocional son dos aspectos que se mueven juntos, y ambos deben estar en equilibrio. Evitá las situaciones que te mueven de tu eje, hacé ejercicio en la intensidad correcta, compartí momentos con tus seres queridos, llevá una dieta sana y dormí bien. Son herramientas para mantenerte en paz con vos y con tus emociones.

 
3| Prestá atención a los síntomas de alerta

Saber reconocer los signos de un ataque cardíaco puede ser vital para vos y para las personas que te rodean: 

  • Presión o dolor en el pecho, los brazos, la mandíbula o la espalda. 
  • Falta de aire. 
  • Náuseas y fatiga repentina.

Si se trata de un ataque cerebrovascular:

  • Dificultad para hablar.
  • Confusión.
  • Entumecimiento de la cara.
  • Falta de coordinación y equilibrio.
 
4| Usá la tecnología como tu aliada

Es común ver deportistas de alta competencia con dispositivos que monitorean el comportamiento de su cuerpo. Existen relojes inteligentes que aprenden sobre tu estado físico y realizan un seguimiento del ritmo cardíaco, la saturación de oxígeno en sangre y los niveles de estrés, entre otras cosas. Además de los beneficios de medir la distancia, altura, velocidad y gasto calórico, algunos de ellos emiten alarmas para que puedas reconocer un momento de peligro y actuar con prevención. Estos dispositivos no suplen la presencia de un profesional, pero pueden darte un panorama general de tu estado físico en un momento determinado.

Tu estado físico debe estar en eje con tu mente y tu espíritu dentro de una rutina sana y equilibrada, por eso es vital en tu entrenamiento la constancia y el control.

 

Fuentes:

Organización Mundial de la Salud

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/cardiovascular-diseases-(cvds)

Sociedad Argentina de Cardiología

Fundación Española del Corazón https://fundaciondelcorazon.com/