10 tips para potenciar tu bienestar espacial
En nuestra búsqueda diaria de bienestar pensamos en la alimentación, el movimiento, la salud emocional, nuestras relaciones, pero, ¿cuántas veces le damos a los lugares donde transitamos nuestra vida la importancia que realmente merecen? Un espacio como el que necesitás no solo va a darte el descanso que buscás, también va a despertar en vos tus mejores aptitudes. Vas a tener motivación, alegría, energía positiva y, sobre todo, salud integral.
Lucía Maranca Quijano (luciamaranca.arq), arquitecta e interiorista especialista en biofilia, nos cuenta los 10 puntos que no podemos olvidar para tener espacios saludables.
1| Esencial: orden y limpieza
No vas a lograr construir tu espacio ideal si no respetás estas dos características primordiales. Cada elemento tiene su lugar y, después de su uso, tiene que volver a ocuparlo. No los dejes fuera de su sitio, en la mesa, en el piso, en la mesada de la cocina, sobre los lados para que molesten lo menos posible, ¡evitá ese comportamiento! El orden es una rutina que se aprende con el paso de los días, y mucho más fácil de lo que creés.
“Tampoco es necesario convertirse en Marie Kondo, los extremos también estresan.”
Lo mismo ocurre con la limpieza de los espacios. Podés mantenerlos hasta que hagas una limpieza profunda. Los pisos, los muebles, pero sobre todo los elementos de la cocina son los que siempre tenés que mantener lo mejor posible. No acumules ni dejes para después, cuando mantenés organizados tus lugares te puede tomar solo un par de minutos.
Estas dos actitudes, el orden y la limpieza, son vitales y un gran inicio para que encuentres la armonía de tus espacios.
2| Aprovechá la luz natural
Es un recurso inigualable: ilumina, energiza, estabiliza la temperatura y da vida. La luz natural tiene que ser protagonista destacada en cualquier espacio.
“No en todos los ambientes y viviendas tenemos buena iluminación natural, y es ahí donde debemos estar atentos a no reducirla, usando colores claros, espejos y manteniendo las cortinas abiertas.”
La luz natural reduce los síntomas de depresión y regula el estado de ánimo y las emociones por la producción de serotonina, además genera más concentración, mejora la calidad del sueño, reduce la fatiga ocular y aumenta la vitamina D, vital para las funciones inmunológicas.
3| Tu confort térmico
“La temperatura en la que nos sentimos cómodos es muy personal, pero no hay que olvidar que mantenerla unos grados muy por arriba o muy por debajo de la exterior, implica un daño para el medio ambiente y un gran costo económico…”
Hay varios puntos que no podemos dejar sin atención si queremos pasar las estaciones extremas con mejor climatización. El frío y el calor entran y salen de una vivienda principalmente por las ventanas. Dependiendo la orientación de cada una es necesario usar cortinas más pesadas, parasoles o ventanas con doble vidrio hermético.
Verificá el estado de los burletes antes del invierno, como también las estufas a gas con un gasista matriculado para evitar accidentes. No te olvides de usar detectores de gas para dormir siempre con tranquilidad.
El confort térmico es esa temperatura donde no sentimos ni frío ni calor y varía según la humedad relativa, pero los parámetros generales son 21° en invierno y 25° en verano.
“Si tus espacios están lejos de esos valores, a tu cuerpo le va a costar descansar por las noches y le va a resultar muy difícil aclimatarse cuando salgas de tu casa.”
4| Asumí dimensiones para encontrar una coherencia espacial
“El equilibrio de los lugares que habitás va a depender de muchos factores, y uno ellos es la coherencia entre las dimensiones de la vivienda y el mobiliario que la completa. En ambientes grandes vas a poder utilizar muebles de esa misma proporción. En ambientes más pequeños, el amoblamiento tiene que acompañar esas dimensiones, de lo contrario el espacio se carga, dando una sensación desagradable de falta de aire, encierro y limitación de movimientos.”
Coherencia, una palabra que te va guiar en la mayoría de las decisiones que vas a tomar en tu vivienda.
5| Presta atención a la posiciones de poder
“Las posiciones de poder son esas donde sentados o acostados nos sentimos tranquilos, porque tenemos pleno control sobre lo que nos puede pasar. Por ejemplo, en un escritorio donde quedamos de espaldas a la puerta, vamos a tener una sensación de inquietud que va a repercutir negativamente en nuestra atención.”
La posición más importante a tener en cuenta es la de la cama con respecto a la puerta del cuarto y a las ventanas. Ahí es donde nuestro descanso puede reducirse si la puerta se encuentra sobre la misma pared del respaldo, si desde la cama puede verse todo el pasillo que llega hasta la habitación o si hay una ventana sobre el respaldo. La sensación de desprotección en esas posiciones es innata, y el estado de alerta no permite un descanso profundo.
“Si tenés la cama en alguna de esas posiciones y tenés la posibilidad, ¡movela! Lo ideal es que la puerta quede en diagonal a la cama.”
6| ¡Ventilá!
“Si en tu casa tenés ventanas enfrentadas, aunque sean de distintos ambientes, tenés ventilación cruzada.”
Aprovechala abriendo ambas ventanas a la vez para generar circulación de aire fresco. Es tan efectiva que deberías usarla aunque sea unos minutos por día, para mejorar la calidad del aire. Vas a evitar el contagio de enfermedades, ahorrar energía al no consumir en aires acondicionados, reducir la humedad, evitar la producción de hongos y sobre todo aumentar el confort de quienes ocupan esos espacios interiores.
“Si no tenés ventilación cruzada, necesitás dejar las ventanas abiertas más tiempo para lograr el recambio del aire.”
7| Sumá presencia biofílica
“Biofilia es una palabra que habla de la atracción innata que tenemos los humanos hacia la naturaleza y los seres vivos. Un ambiente biofílico se caracteriza por incorporar esa naturaleza a los espacios que habitamos, tanto con materiales, como con el aprovechamiento de la luz natural, el agua, las plantas, el arte y los animales. Vivir en un ambiente que tenga a la naturaleza como protagonista tiene múltiples beneficios para tu bienestar integral.”
Está demostrado que cuando habitás espacios biofílicos, reducís el estrés, la ansiedad y mejorás tu salud, aumenta tu productividad, profundizás tu descanso y creás un ambiente relajante y reparador. Con muy poco esfuerzo, vas a poder darle a tus espacios el toque biofílico que necesitás.
8| Creá espacios con salud auditiva
El ruido excesivo y constante, también conocido como contaminación auditiva, puede tener efectos negativos en nuestra salud física y mental, por eso es muy importante que transites tu vida en ambientes sin polución sonora.
Cuando lográs crear ambientes libres de sonidos molestos, mejorás tu sueño, protegés tu audición, evitás migrañas, estrés y te concentrás mejor en tus tareas.
“Para vivir ambientes sin contaminación auditiva tenés que usar materiales de construcción que absorban el sonido, como paneles, burletes en cerramientos y ventanas de doble vidrio. Estas barreras acústicas te van a ayudar a encontrar el equilibrio que necesitan tus ambientes para poder vivirlos de la mejor manera.”
9| Seguí el ciclo circadiano
“Es el reloj de nuestro cuerpo, íntimamente relacionado con las horas de luz y oscuridad, las oscilaciones biológicas que tenemos durante el transcurso del día. Por eso acompañarlo con nuestra rutina tiene múltiples beneficios, y para eso necesitamos que los ambientes que ocupamos estén preparados para esos cambios.”
Respetar nuestro ciclo circadiano mejora el descanso, fortalece el buen humor, regula el sistema circulatorio y digestivo y estabiliza nuestro apetito. La calidad del descanso se optimiza, y eso nos da más productividad y energía para cualquier actividad que queramos emprender.
“La mejor forma para ajustarnos a los cambios diarios es teniendo regulación lumínica como dimers, cortinas que permitan el ingreso de luz durante el día, y blackouts para crear la oscuridad necesaria en los momentos de sueño.”
10| Tu toque personal
“Que tu espacio hable de lo que sos, de lo que te motiva, de lo que te hace feliz. Que tu casa te reciba con ese logro, esa foto con alguien que amás, ese cuadro con los colores de tu tierra, ese recuerdo del viaje de tu vida, el mueble de la casa de tus abuelos, lo que vos quieras, pero que sean cosas que verlas, tocarlas y recordarlas te hagan feliz. Tu casa es tu refugio y ahí las reglas las ponés vos, no te limites pensado en que algo no está de moda o en qué pensarán tus visitas cuando lo vean, la vara la pone tu nivel de felicidad.”