En este momento del año, la luz solar dura menos, las noches son más prolongadas y las temperaturas y sensación térmica, por lo general, se mantienen bajas. Todo esto puede hacer que salir a entrenar cueste un poco más de lo común, por eso, te traemos tres tips para que te mantengas en movimiento en esta época invernal y sigas cuidándote.
Realizar actividad física de forma periódica y constante ayuda al sistema inmunológico, mejora el estado anímico, reduce el stress y contribuye a una calidad buena de vida. Ayuda a controlar el sobrepeso, la obesidad y la grasa corporal. Reduce el riesgo de padecer hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares.
Tené en cuenta que las prendas hechas con algodón absorben la transpiración, se enfrían y te mojás. Intentá utilizar prendas deportivas, preferentemente térmicas y ajustadas. Esto te permitirá estar bien abrigado, liviano y cómodo.
Si vas a entrenar de noche, procurá utilizar ropa y/o chalecos refractarios, de esta forma será más fácil verte y evitarás accidentes en un momento del día donde la visibilidad es menor.
De esta manera el choque térmico será menor y, además, ya vas a tener una activación hecha desde el momento en que salís de tu casa. También evitás el uso excesivo de ropa que después te puede incomodar o dar calor.
Siempre que puedas, volvé rápido para darte una ducha. Si el regreso es largo o vas a tardar, te recomendamos tener una muda de ropa seca para cambiarte -sobre todo remera y medias- para prevenir enfermedades respiratorias.
Tip extra: No te olvides de realizar ejercicios de elongación, antes y después de entrenar, para evitar lesiones musculares. Mantenerte hidratado durante la actividad física es sumamente importante para mejorar tu desempeño.