El agua es uno de los recursos naturales esenciales para la vida y, gracias a ella, el ser humano pudo evolucionar a lo largo de la historia. Es importante entender que no sólo es necesaria para nuestro cuerpo, sino también, para llevar a cabo distintas actividades y procesos de producción que la sociedad actual necesita.
Todos los días usamos agua para bañarnos, tomar o cocinar. Incluso para lavar la ropa y los platos, o para limpiar. Pero, ¿sabías que también la utilizamos de forma indirecta, sin darnos cuenta? Ropa, alimentos, juguetes y hasta dispositivos electrónicos, la mayoría de las cosas que consumimos también necesitan agua para ser fabricadas. Casi todos los procesos de producción la requieren en alguna de sus etapas, por eso, es muy importante que las industrias también tomen los recaudos necesarios para optimizarla.
Muchas veces no valoramos la posibilidad de abrir la canilla ya que lo vemos como algo normal. Pero esto no es así en muchas partes del mundo, incluso en regiones de nuestro país, donde es escasa y las personas deben caminar varios kilómetros para conseguir sólo algunos litros.
La Tierra está formada en un 70% por agua, pero sólo el 3% es apta para consumo humano. Además, la mayor parte de este pequeño porcentaje se encuentra en estado sólido, como la nieve o los glaciares, con lo cual, lo que tenemos disponible es sólo el 1%. Asusta, ¿no? Por eso, es clave que entre todos cambiemos algunas costumbres y que concienticemos a los demás, en especial a las niñas y a los niños, para proyectar un futuro con una sociedad más responsable.
A todos nos gusta relajarnos bajo la ducha después de un día cansador, pero, ¿sabías que en promedio usamos entre 15 y 20 litros de agua por minuto?
Abrila sólo cuando vas a enjuagar el jabón. Y, al cepillarte los dientes, podés usar un vaso para enjuagarte y usar un 90% menos de agua.
Reducí la cantidad de lavados. Y si tenés que comprar un electrodoméstico, priorizá los que tengan programas con ahorro de agua y energía.
Cuando abrís la ducha y esperás a que esté caliente poné un balde para recolectar el agua fría. La podés usar para regar las plantas o para limpiar.
Evitá arrojar productos químicos, medicamentos, aceites, pinturas u otras sustancias tóxicas ya que contaminan el agua.
Si podés, poné recipientes en el patio o balcón y usala para regar tus plantas. Al no tener sales ni tratamientos químicos es muy beneficiosa para ellas.
Investigá y elegí empresas que se preocupen por el bienestar del planeta a la hora de fabricar o comercializar sus productos.
Fuentes:
https://www.fundacionaquae.org/
https://www.waterfootprint.org/